Fueron los pioneros, los primeros en pisar los salones recreativos. Juegos con casi 40 años a sus espaldas. Unos pocos bytes de memoria y unas cabinets impresionantes eran su carta de presentación. No hacía falta más. Pixels y adicción en estado puro. Hoy presentamos...
Estando aún dentro de este olímpico año 2024, no podemos dejar de hablar del primer juego que fue capaz de introducir el atletismo y el espíritu olímpico dentro de una máquina recreativa. Estoy hablando, como no, de Track & Field. ¿Preparados? ¡En sus marcas! ¡Ya!
Track & Field, conocido en Japón como Hyper Olympic, fue lanzado por Konami en 1983, justo un año antes de las Olimpiadas de Los Ángeles '84. Aunque Konami adquirió la licencia de los Juegos Olímpicos, sólo podía usarla en territorio japonés, por lo que en el resto del mundo el juego pasó a denominarse Track & Field, que es como mayormente lo conocemos todos.
Track & Field incluía un total de 6 modalidades de atletismo: 100m lisos, salto de longitud, lanzamiento de jabalina, salto de altura, lanzamiento de peso y 110m vallas. Pero el gran aporte que Track & Field hizo a los videojuegos fue su pionero sistema de control, que hacía que jugar a Track & Field pudiera ser físicamente tan exigente como las pruebas de atletismo que proponía al jugador. Este sistema de control se basaba en la pulsación de 2 botones (no se usaba joystick) para aumentar la velocidad del personaje y un botón de acción para saltar/lanzar.
Algo tan aparentemente sencillo acabó convirtiéndose en la receta del éxito de esta recreativa y pronto millones de jugadores de todo el mundo estaban aporreando inmisericordemente los botones del Track & Field como si la vida les fuera en ello. Para evitar dañarse los dedos y aumentar sus prestaciones, los jugadores arcade de la época recurrieron a una especie de "dopping arcade" que consistía en el uso de mecheros, monedas u otros objetos para poder pulsar los botones más rápidamente sin lesionarse los dedos, resultando en un preocupante aumento de averías en las máquinas de Track & Field. Esto hizo que, en las cabinets fabricadas posteriormente, Konami introdujera un sistema de control basado en un track-ball que había que girar rápidamente para hacer correr al personaje.
Visualmente, en 1983 los gráficos ya eran lo suficientemente avanzados como para representar aceptablemente tanto al atleta como todo el estadio olímpico (espectadores, las pistas de atletismo, etc.) y a nivel sonoro, una escueta pero adecuada versión de la banda sonora de la película Carros de Fuego (estrenada dos años antes) conseguía meter al jugador de lleno en el espíritu olímpico.
Tal fue el éxito de este arcade que Konami organizó una competición internacional llamada International Konami Track & Field Challenge, en la que jugadores de EE.UU. podían competir jugando en cualquiera de los recreativos Stop-N-Go distribuidos a lo largo y ancho del país. Los 3 mejores jugadores (Gary West de Oklahoma, Phil Britt de California y Mike Mallory de Ohio) viajaron con todos los gastos pagados a Tokio done Phil Britt se coronó como el campeón mundial de Track & Field, obteniendo su correspondiente medalla y un reloj Seiko.
Track & Field fue un éxito absoluto, lanzando versiones en todas las consolas y ordenadores domésticos de la época, destacando las versiones de NES y MSX. Un año más tarde, en 1984, recibió una segunda parte llama Hyper Sports que incluía más deportes y modalidades olímpicas, y en las Olimpiadas de Seúl '88 aún hubo una tercera parte llamada '88 Games. Desde entonces, todas las citas olímpicas han sido representadas en videojuegos por distintas marcas, pero todas ellas son herederas directas de la jugabilidad original y única de Track & Field de Konami. ¡Un juego digno de una medalla de oro!
Zael (Ancient Bits)
(*) Puedes escuchar este artículo en Ancient Bits Podcast #05 (min. 03:50)
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