Relatos (de) Recreativos. Historias de ficción ambientadas en salones recreativos. Historias forjadas bajo el martillo del crédito. Historias escritas con la pluma en una mano... ¡y un buen joystick en la otra! (interpreta esto como puedas).
Hablemos de Pequeño "P"...
"Pequeño P" tiene ojos de topillo, ceño fruncido y dos manojos de nervios escondidos en sus bolsillos. Viste, de manera increíble, camiseta de Naranjito, chándal de mercadillo y unos zapatos de charol de una comunión que nunca tomó, todo ello sostenido por unos patrióticos tirantes... ¡ya no se hacen niños como los de antes! No es de extrañar, por tanto, que cada vez que "Pequeño P" asoma por la puerta de sus recreativos, el mundo entero calle un momento.
Pero, si todo el mundo está de acuerdo en algo es que "Pequeño P" es, indudablemente, pequeño. Hay algo cómico en el modo en el que los chicos mayores le ayudan a subir a los taburetes de las recreativas. Pero también hay algo solemne en el modo en el que lo pasean de una recreativa a otra sin bajarlo del taburete... ¡costaleros de la eterna cofradía del Santo Crédito!
"Pequeño P" es muy bueno jugando a las recreativas. Tal vez por eso se enfurezca tanto cuando le matan... "¡Tu momento llegará Pequeño P!", ríen los mayores del lugar
"Pequeño P" merodea por la puerta de sus recreativos, brincando de Vespino en Vespino, a la espera de una calada que los mayores aún le niegan... "¡Tu momento llegará Pequeño P!", ríen los mayores del lugar.
"Pequeño P" lleva siempre consigo papel arrugado y un trozo de lápiz mordisqueado. No es raro verlo apoyado en una recreativa o debajo del futbolín dibujando monstruos y esperpentos, aún con más ganas que talento... "¡Tu momento llegará, Pequeño P!", ríen los mayores del lugar.
Alguien le ha quitado la boina al "jefe" y se la ha puesto a "Pequeño P" mientras jugaba. "¡Miradlo, si parece un señor!", ríen los mayores del lugar. Guarnición de risas y estofado de créditos... ¡curioso alimento con el que crecimos algunos niños!
Los años han pasado y ya no quedan recreativos, pero su momento ha llegado. Su boca apura un pitillo a fondo mientras su mano perfila un Planeta Hediondo y entre tirante y tirante, latiendo a ritmo de crédito, un "corazón arcade"... ¡gigante!
"Pequeño P" ya no es pequeño, es todo un señor... ¡todo un "SEÑOR P"!
Zael
(*) Dedicado a @Periko. Jugador de arcades, dibujante y humorista cojonudo.
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