Hitler... Billy Mitchell... Chanquete... Todos sabemos las atrocidades que estos personajes han realizado a lo largo de la historia. En un mundo ideal, la "gente mala" sólo existiría en los videojuegos. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué sería de los videojuegos sin...? ¡La Gente Mala!
Kefka Palazzo es, probablemente, uno de los mejores villanos de la historia de los videojuegos. Diseñado por Yoshitaka Amano, Kefka hizo su debut como villano en Final Fantasy VI (SNES, 1994). Lejos del estereotipo de villano de la época (guerreros poderosos con grandes armaduras), Kefka se presentaba en el juego como un personaje cómico, maquillado y con un atuendo colorido y estrafalario... más próximo a un payaso o un bufón que a un villano.
No te dejes engañar por su estrafalaria vestimenta ni por su contagiosa carcajada. Este tío es un "figlio di puttana".
Y ahí es donde radica la grandeza de este villano, en la evolución que sufre a lo largo del juego. Las escenas y líneas de diálogo cómicas van dejando paso a un personaje cada vez más oscuro. Cada vez más nihilista, narcisista y cruel, sus acciones y sus palabras se van ensombreciendo según avanza la historia del juego hasta quedar convertido en poco menos que un demente.
Los que tuvimos la suerte de verlo en su forma de jefe final en la época (acompañado de aquella inolvidable melodía de órganos de Nobuo Uematsu llamada Dancing Mad) aún andamos sujetando nuestras mandíbulas cada vez que lo recordamos.
Y es que, sí hay algo que podemos afirmar con total rotundidad, es que Kefka Palazzo es un "hijo puta" de los pies a la cabeza... ¡Venga, todos a cantar!