Bumpers... Petacos... Tilt... Milk... ¿¡MILFS!? Vale, lo reconozco, estoy hecho un lío. No tengo ni pajolera idea de pinballs. Para eso estoy aquí. Para aprender. Acompañad a este humilde "bufón del pinball" en su aventura entre petacos. Hoy presentamos...
Lanzado por Williams en 1993 y diseñado por Barry Oursler y Mark Sprenger, este Bram Stoker's Dracula pretendía trasladar todo el terror y toda la ambientación de la famosa película de Francis Ford Coppola (protagonizada por Keanu Reeves y Gary Oldman) estrenada un año antes a una mesa de pinball. ¿Lo consiguió? Coged vuestros crucifijos y estacas y vamos a comprobarlo.
Desde el punto de vista de la temática y la ambientación, a este pinball no se le puede poner ningún defecto. Todo lo que vimos en la película (o leímos en la novela) está trasladado a este pinball con total exactitud. Las artes de los laterales de la mesa muestran el castillo de Drácula sobre un fondo azul chillón que contrasta a la perfección con una luna llena brillando en mitad de la noche. El cabezal del pinball nos muestra a los personajes de la película, con la figura de Drácula dominando sobre el resto y el famoso campo de cadáveres empalados de fondo. Para rematar la faena, el videomarcador usa un color rojo sangre en vez del habitual color naranja usado en los pinballs de la época.
Las artes y el diseño del playfield no tienen nada que envidiar a las de la mesa, mostrando unos dibujos muy bien hechos de los personajes de la película (Jonathan Parker joven, el mismo Jonathan Parker envejecido y canoso tras su infernal experiencia en el castillo de Drácula, Lucy, Mina, etc.), pero también figuras y maquetas del cementerio, del manicomio de Carfax, una cripta, el castillo e incluso un ataúd donde descansa el mismísimo Conde Drácula. Visualmente el pinball consigue dejarte los pelos del culo como escarpias.
A nivel sonoro tampoco se queda atrás. La música es tétrica y opresiva y consigue un efecto de desasosiego contínuo en el jugador durante toda la partida. A todo ello se le suman los gritos, aullidos y las famosas frases lapidarias de Drácula: "I'm the last of my kind", "I never drink wine", "There is no life in this body" y otras lindeces que te harán desear salir corriendo. El conjunto de elementos visuales y sonoros logran un efecto terrorífico.
Por desgracia, lo que también da bastante miedo es su elevada dificultad y su confusa jugabilidad. Este pinball tiene unas físicas muy aleatorias y la mesa tiene muy pocas "zonas seguras" lo que hace muy difícil mantener mucho tiempo la bola en juego. El uso de flippers luminosos que Williams solía usar en sus pinballs en los 90 (que se caracterizaban por ser 1/8 de pulgada más cortos de lo habitual) aún lo hacen más difícil. Incluso para jugadores avanzados, la velocidad y los rebotes aleatorios de la bola hacen que cada partida sea una lotería.
Respecto a la jugabilidad, el pinball tiene muchas misiones (matar a las harpías de Drácula del Castillo, visitar a Rendfield en el manicomio, matar a lobos en el cementerio, etc.) pero no tienen un orden establecido e incluso puedes atacar directamente el ataúd de Drácula desde el inicio sin tener que activar misiones intermedias.
Es posible que esto se hiciera así para potenciar el principal elemento jugable de este pinball: su orgía de multi-balls. Y es que en este Bram Stoker's Dracula es posible desbloquear hasta 3 multi-balls diferentes. Uno se consigue metiendo 3 bolas en el Castillo (matando a las harpías), otro se consigue metiendo 3 bolas en el ataúd de Drácula (matando al propio Drácula) y el último de todos que es la joya de la corona de este pinball: ¡La Mist Multi-Ball! La Misty Ball consiste en una bola que, gracias a un imán motorizado, atraviesa la mesa del pinball de derecha a izquierda siguiendo un rumbo fantasmagórico. Si durante ese tiempo el jugador consigue golpear la misty ball con su bola dispone de las dos bolas en juego para desatar una orgía de millones en el marcador.
Todo esto hace de este Bram Stoker's Dracula un pinball terroríficamente divertido ideal para ser jugado en estas fechas de Halloween o, como rezaba su póster publicitario... ¡un pinball al que hincarle los dientes!
Zael (Ancient Bits)
(*) Puedes escuchar este artículo en Ancient Bits Podcast #05 (min. 22:30)
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